El ruido de su móvil produjo la apresurada salida de
Cecilia del salón de actos ante la fulminante mirada del jefe de seguridad, que
se encontraba justo a su lado y no dudo en servirse una copa que el chico de
catering mostraba en su bandeja en el momento que éste pasaba por allí.
-
El desfile aun no ha empezado y ya tengo
al de seguridad pegado a mí como una lapa por tu llamada, ¿No sabes que esto está
a punto de empezar? ¡Cualquiera diría que quieres que todo salga bien, Marc!
-
Y, por el tono que empleas, señorita,
cualquiera diría que yo soy el jefe y tú la empleada, así que respire hondo y escúchame
con toda la atención que puedas, te aseguro que es importante – Marc era un
tipo serio, y en este caso, su voz elevaba su carácter al cuadrado.
-
Perdóname Marc, lo siento, es por los
nervios de la inauguración, aun queda más de media hora, te escucho.
-
¿Recuerdas cuales eran los objetivos de
tu viaje, verdad?
-
Si después de que me los hayas repetido
una infinidad de veces no los supiera, creo que mi memoria y yo tendíamos un
serio problema, ¡eh! – contestó Cecilia, simpática.
-
Como sabes, ando tiempo dándole vueltas
a la idea de abrir una empresa en el extranjero que nos hiciera ganar mercado y
aumentar de forma considerable los ingresos.
-
Si, recuerdo que me lo comentaste hace
tiempo, Marc, pero, sin ánimo de ser descarada, ¿Por qué me cuentas eso justo
ahora? – el tono de Cecilia se iba endureciendo a la misma vez que se acercaba
la hora del comienzo del desfile.
-
He pensado que la ciudad ideal para este
nuevo salto sea Londres, y ahí entra en juego tu nuevo papel.
-
Soy toda oídos, querido jefe.
-
Quiero que visites la ciudad, cualquier
lugar que creas que podría servirnos para empezar de cero y montar una gran
tienda allí, que conozcas a gente, que inquietudes tienen en cada zona, que
gustos se mueven en cada esquina de Londres, señorita, en definitiva, quiero
que hagas turismo en esa ciudad como no lo hayas hecho nunca. Al fin y al cabo,
ya la conoces, me dijiste que ya habías viajado allí una vez, ¿no?
-
¡En esa ocasión tenía seis años Marc! ¿Cómo
quieres que recuerde los lugares de aquí? ¡Casi me pierdo para llegar hasta el
hotel!
-
Hay miles de guías en Londres,
el hotel le proporcionará alguno, ahora tengo que dejarte, te he dejado un
e-mail con las principales lugares que debes visitar, llámame cuando necesites
algo.
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